Iniciamos nuestro viaje a la Creta de la Edad del Bronce en Heraclion, punto de partida de un recorrido geográfico, mitológico e histórico que nos llevará a visitar y conocer algunos de los yacimientos y restos arqueológicos minoicos más importantes de la isla, donde el mito y la historia caminan juntas de la mano. Creta, la mayor isla griega, ha sido, desde la prehistoria, un punto de encuentro e intercambio cultural. Además, en cuanto a mitología se refiere, goza del honor de ser el lugar de nacimiento y crianza de Zeus, el más importante de los dioses olímpicos. De la unión de éste con la princesa fenicia Europa, bajo el plátano de Gortina, nacieron Radamantis, Sarpedón y Minos, el mítico rey creador del primer imperio marítimo del que exista constancia. En este viaje nos acercaremos a la cultura minoica a través de sus principales yacimientos arqueológicos y los materiales allí exhumados desde comienzos del siglo XX, cuando sir Arthur Evans hincó su pala en la colina de Kefala, donde legendariamente se ubicaba la sede del laberinto del Minotauro.
Comenzaremos nuestro periplo en Amniso, célebre por haber dado a su excavador, Spyridon Marinatos, la sugestiva idea de que su destrucción pudo relacionarse con la caída de la Atlántida, tal y como la describe Platón en sus diálogos,Timeo y Critias. Después acudiremosa la mayor de las arquitecturas administrativas, religiosas y residenciales que, tradicionalmente, se han venido denominando palacios, Cnosos. Las tres villas de Tíliso y el santuario de Anemospilía donde se documentó el primer sacrificio humano en Creta-, antecederán a la pormenorizada visita al Museo Arqueológico de Heraclion, a cuya colección pertenecen los más notorios materiales minoicos, destacando las pinturas al fresco que ornamentaban las sedes aristocráticas. Proseguiremos hacia el sur con Gortis y su famoso código legislativo -el más antiguo conservado de Europa-, la villa extraurbana de Hagia Triada y el puerto de Mátala, antes de abordar el segundo conjunto palacial, Festo, desde el que se contempla el sagrado Monte Ida, cuna de Zeus. A éste lugar sagrado para los antiguos griegos ascenderemos para penetrar en la cueva que le vio nacer y ser alimentado por la cabra Amaltea y la abeja Melisa, y rendir culto al padre de dioses y hombres y señor del Olimpo.
En dirección contraria, visitaremos el palacio de Malia y el asentamiento de Gournia. Y aún más hacia el este, Zakros, el último gran palacio sacado a la luz, donde se atestigua el comercio directo con Asia Menor y África durante la Edad del Bronce egea. Con su visita, en el más remoto extremo oriental, pondremos término a nuestro viaje, en las tierras de Minos, allí donde surgió la primera civilización de Europa.
